martes, diciembre 13, 2011

DESDE LO ALTO





Olvidada en el fondo de un armario, desnuda y sola, la muñeca pasó muchos veranos.

Aburrida, sin esas manos de niña que un día lo fueron todo para ella, sentía que había llegado su final. Perdió la esperanza. Olvidada y sola. Inútil. 

Muchos años después, una tarde de otoño, unas manos de hombre volvieron a darle vida. Ahora mira desde lo alto como aman los humanos y una sonrisa se pinta en su boquita roja.

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