domingo, mayo 06, 2012

INSTRUMENTOS DE CUERDA


Te llevaré al altar, le dijo él cuando apenas tenían cinco años. Ambos lo olvidaron.

Cuando la mujer de Mario se aficionó al macramé, el olor del yute destapó viejos recuerdos en Mario. En las noches de abulia infinita recordaba esos juegos infantiles que le ponían la carne tensa y las neuronas al borde del colapso, cuando jugaban a la comba en las calles del barrio. Entonces supo reconocer lo que siempre había estado buscando.

Laura abandonó la inocencia al primer parto. La ilusión y las ganas de vivir al segundo. Pasado el cuarto, había olvidado sonreír. A veces, cuando tendía la ropa, el roce de la cuerda en sus manos curtidas le producía un aleteo en el corazón, y recordaba a Mario.

Ahora, ella vibra entre sus manos mientras las perlas del vestido can cayendo lentamente, al roce de la cuerda. 

2 comentarios:

  1. Qué buen relato y qué bien elegido "la abulia infinita"

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  2. Hola! qué tal? Acabo de descubrir tu blog, le he estado echando un vistazo y me ha gustado mucho, volveré a visitarlo más a menudo, te mando un abrazote!

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